Las luces son uno de los elementos de seguridad más importantes en un vehículo, sobre todo durante la noche o en condiciones de poca luz. La capacidad de reacción del conductor se basa en gran medida en la visión, la cual se ve notablemente reducida en la oscuridad.
Mantener las luces del carro en óptimo estado es crucial cuando se trata de seguridad en la carretera, y aunque las luces están diseñadas para durar mucho tiempo, existen factores como la vibración del vehículo, el uso frecuente y las condiciones climáticas adversas que pueden acortar su vida útil.
Es importante revisar y reemplazar las luces del carro regularmente, al menos una vez al año o cada 20.000 kilómetros, lo que ocurra primero. Inspeccionarlas periódicamente y cambiarlas cuando sea necesario es fundamental para garantizar una óptima visibilidad en la carretera y mantener altos estándares de seguridad.
A continuación, algunos tips prácticos para cambiar las luces de los faros del vehículo de manera de segura:
Algunos consejos adicionales es no tocar el vidrio de la lámpara puesto que el aceite y la grasa de los dedos pueden crear puntos calientes en el vidrio y reducir la vida útil. Sustituir las lámparas en pares, por ejemplo, en caso de que una se haya quemado, lo mejor es cambiarlas juntas para garantizar una iluminación uniforme. Y por último, verificar la alineación de los faros, después de cambiar las lámparas es importante asegurarse de que estén correctamente orientados y no deslumbren a otros conductores.